. Jünger Habermas es uno de nuestros representantes favoritos de la Escuela de Frankfurt (el más favorito de todos es Herbert Marcuse, pero ya hablaremos de él en otro momento). Sociólogo, filósofo, y otras nimiedades como esa, es uno de los creadores de lo que se llama la Teoría Crítica. Reivindica el marxismo pero al mismo tiempo critica a los duros que no le dan bola a la superestructura, manteniendo la perspectiva de oposición al cientificismo positivista y de intento de transformación de la sociedad mediante la reflexión crítica, apoyándose más la nueva filosofía del lenguaje. Se peleó bastante con Adorno, que fue su mentor. Se suma al tren semiológico y define su concepto central, la acción comunicativa, como una interacción mediada por símbolos. Como su campo de estudio es esta interacción simbólica, el lenguaje y el discurso, junto con la vide democrática, son temas muy importantes en su trabajo. Entonces, la categoría de "lo verdadero" en el discurso se define en relación a cuatro puntos: Inteligibilidad, o la capacidad verdadera de que los demás comprendan lo que decimos; Verdad, para el contenido de lo que se dice en relación con lo objetivo o sus condiciones de existencia; Rectitud para su acto de habla en relación con un contexto normativo, o la autoridad para decir lo que decimos; Veracidad, o creer en lo que decimos. Dicho así, todo suena muy bonito, pero raramente se da esta situación ideal en la vida diaria. Entonces, el objetivo de su teoría es identificar y eliminar los factores que distorsionan la comunicación. Acá dicen que "La racionalidad final se dará cuando se supriman las barreras a la comunicación. El medio para hacerlo lo constituye la modificación en profundidad del sistema normativo vigente. La evolución social no consiste, precisamente, en cambios en el sistema de producción (en el cambio de las bases materiales, como diría el marxismo original de Marx), sino en el transito de una sociedad racional en la cual la comunicación de las ideas se expondrá sin restricciones." Por lo tanto, Habermas es uno de los más grandes paranoides en las ciencias sociales: ve conspiraciones entre los medios masivos de comunicación y el campo de poder por todos lados. Bueno, nosotros también las vemos en todos lados, pero sin embargo, nuestros corazoncitos marxianos creen que el cambio verdadero y definitivo está en el cambio del sistema de producción. Lo demás es chamuyo de los Antropocacos.
1 comentario:
Muy buena la definición de "antropocacos" xD habermas, haber menos jajaja buen humor y buen material esta bueno tu blog saludos desde Misiones
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