19 de agosto de 2008

Si, soy una Nena

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No me hago la pendex, no. Es que me gusta incluirme en un grupo social que llaman Las Nenas, cuyo objetivo es claro: la adoración hacia Roberto Sánchez, Sandro. Debo confesar que no soy del todo una Nena, porque nunca fuí al ritual mayor de esta tribu: ir a Banfield a saludarlo por su cumpleaños (es que cruzar la General Paz entra en conflicto con mi otro grupo de pertenencia, Antropocacos, que me indica que salir de Buenos Aires sólo debe ser para irse de vacaciones). Realmente me hubiera encantado ir alguna vez, como experiencia antropológica aunque sea, a conocer más de cerca a mis pares, a contagiarme la energía de las Nenas.

Pensando el festejo de cumpleaños de Sandro como experiencia de campo, me pregunto que tipo de gente puede ir a investigar este tema: me pongo a pensar en la definición del objeto de estudio en relacion con las propias capacidades, gustos personales y posibilidades. Dentro de todas las ciencias sociales, no sólo la Antropología, existen definiciones variables del Otro al que estudiamos y en el que nos reflejamos. En este caso imagion al perfil de antropólogo (o estudiante) que se acerca a ver un poco más de cerca este fenómeno:
Una chica de Barrio Norte o Belgrano, que se siente intrigada de porqué la chica que trabaja en su casa se pidió el día libre pero justo la descubren que es para ir al cumpleaños de Sandro, y decide acompañarla para descubrir qué es lo que la hace arriesgar su empleo. Probablemente piense comparar lo que observó con otro fenómeno parecido, pero masculino: la hinchada de fútbol. Seguro va a ver al Defe los sábados a la tarde con algún primo medio rolinga.
Me parece que algo así, más o menos. En mi caso, debo aclarar que es casi casi autorreferencial, ya que cumplo con casi todos los requisitos que mencioné en el párrafo anterior, incluído el primo rolinga, pero no la chica que limpia en casa: tengo una tía que me llevó a verlo una vez al Gran Rex (que es la madre del primo rolinga). Esto sin mencionar el dato más relevante de todos: que uno de mis tíos (no el padre del primo rolinga) en su juventud ERA IGUAL a Sandro. Prometo conseguir las fotos que prueban todo lo dicho anteriormente: la foto de mi tío Daniel al lado de su moto con campera de cuero y la mía con la vincha con la foto del Gitano.

En fin, este año Sandro no salió a festejar su cumple con sus nenas. Habló por el portero eléctrico nomás. Pero se lo escuchaba bien, dentro de todo. Desde Antropocacos le deseamos con todo el corazón que se mejore y que pronto pueda volver a los escenarios. Iremos a verlo cuando así sea. Estamos seguras de que volverá.

Acá dejamos un videíto de Todo por 2$, en un pequeño homenaje:
QUIERO LLENARME DE TICS

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un grande Sandro!!. Espero coincidir en la gran ciudad alguna vez durante ese ritual y vivirlo a pleno. No podía evitar comentar sobre el Gitano.

Aprovecho: buen blog, me cago de risa

C! dijo...

Hola Mauricio,
Esperemos vernos en el próximo cumple del Gitano. Y gracias por los cumplidos! :D

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