Hola amig@s,
Queríamos compartir con uds algo interesante que nos pasó esta semana: una periodista de Clarín se contactó con Antropocacos para consultarnos nuestra opinión sobre la Expedición Atlantis y sus méritos científicos, ya que antes habíamos comentado su expeción antecesora, la Kon-Tiki, a propósito del excéntrico antropólogo Thor Heyerdhal.
Finalmente, hoy salió la nota en la página 40 del diario, en la sección "Sociedad". ACÁ les dejamos el link para que la vean, nos nombran en el apartado que dice "El peso de las evidencias" (Disclaimer: la que es antropóloga es Cynthia, ¡Cecilia todavía está en camino!). Lamentablemente hubo un error de tipeo en la nota y nuestra dirección aparece como "Antropocapos.com"... o nos tienen en mucha estima ¡o saltó el corrector ortográfico!
Finalmente, hoy salió la nota en la página 40 del diario, en la sección "Sociedad". ACÁ les dejamos el link para que la vean, nos nombran en el apartado que dice "El peso de las evidencias" (Disclaimer: la que es antropóloga es Cynthia, ¡Cecilia todavía está en camino!). Lamentablemente hubo un error de tipeo en la nota y nuestra dirección aparece como "Antropocapos.com"... o nos tienen en mucha estima ¡o saltó el corrector ortográfico!
Ya que estamos, les dejamos también un pequeño textito que escribimos sobre la Expedición Atlantis para esta ocasión...
Inspirada en la aventura de Thor Heyerdahl y su Kon Tiki (1947) que buscaba demostrar la posible comunicación en lejanas épocas entre América y la Polinesia, la expedición Atlantis se llevo a cabo en 1984 con un equipo de 5 argentinos (Alfredo Barragán, abogado; Jorge Manuel lriberri, también abogado; Oscar Horacio Giaccaglia, comerciante; Félix Arrieta, camarógrafo de AIG; y Daniel Sánchez Magariños, ingeniero agrónomo). Construyendo una balsa con los elementos más "primitivos" (bambú y fibras vegetales y juncos) y con algunos elementos contemporáneos en su carga como agua, garrafas de gas, cartas de navegación y sextantes se propusieron cruzar desde puerto de Santa Cruz de Tenerife, en las Islas Canarias hasta las costas de Venezuela. La travesía duró 52 días y cruzaron 5.500 kilómetros de mar con el fin de probar la posibilidad del contacto africano con las costas de América mucho antes de Colón.
Pero… ¿pudo ser que 3.500 años antes de Colón llegaran los africanos a las costas Americanas?
Una hipótesis plantea que sí. La evidencia: las enormes cabezas de la cultura Olmeca hechas con piedra basáltica encontradas en el Golfo de México, que supuestamente presentan "rasgos negroides". El área nuclear Olmeca comprendía el sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco, los indicios más antiguos de esta cultura son de alrededor de los 1.200 a.C. hasta el año aprox. 500 a. C. La civilización Olmeca tenía tres centros ceremoniales: San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes y se encontró también evidencia arqueológica en el sitio Laguna de los Cerros. La cultura olmeca fue descubierta en la segunda mitad del siglo XIX. En 1862, el viajero mexicano Jose María Melgar y Serrano descubrió en Hueyapan (Veracruz) lo que haría famosa a esta cultura: las cabezas olmecas, unas estatuas que él mismo denominó "cabezas de raza negra" en 2 publicaciones científicas acerca del descubrimiento del sitio de Huepayan (ahora llamado Tres Zapotes). Desde el momento que se distinguieron esos “rasgos negroides” las hipótesis acerca del surgimiento de la cultura Olmeca y el contacto transoceánico Africa-America comenzaron a proliferar.
La antropología y la arqueología en esos momentos (fines de S XIX y principios del S XX) estaba muy ligada a la escuela "difusionista", que planteaba que en la antigüedad había habido "zonas nucleares" o "centros de difusión" asociados al Viejo Mundo (como Mesopotamia, Egipto, la cuenca del Indo, la zona del Río Amarillo) de las cuales se fue irradiando la cultura hacia el resto del mundo por contactos, invasiones o migraciones.
El mayor exponente de la teoría difusionista en la hipótesis del contacto Africano - Americano pre-Colón fue el recientemente desaparecido antropólogo británico Ian Van Sertima (1935 - 2009) que propuso su teoría en el libro “They came before Columbus” (New York: Random House, 1976) (Vinieron antes de Colón) que quedó completamente desacreditado en la academia antropológica a falta de evidencias científicas que apoyasen esa teoría. Férreos detractores consideran esta teoría como parte de la pseudociencia, dado que no hay evidencia científica y fehaciente de que ese contacto jamás haya existido.
Para demostrar la falsedad de la teoría el científico polaco Wiercinski realizó estudios craniométricos (basado en clasificaciones craniométricas polacas que dividen los tipos craniales entre: laponoides, armenoides, árticos, pacíficos, ecuatorianos-bushmanoides (que seria del tipo africano), descubriendo que en los esqueletos de Tlatilco (uno de los sitios arqueológicos) había un componente del 14% de ecuatoriano-bushmanoide en la composición "racial" y en los de Cerro de las Mesas solo un 4.5%. Lo cual prueba que los Olmecas NO eran de origen africano, pero que *una extraña esporádica migración transatlántica* (sic.) explicaría ese pequeño componente de rasgos africanos. Con esta conclusión que incluso incluía la posibilidad que hubiera también habido un contacto con China, sus investigaciones fueron detractadas dado que los medidores antropométricos basados en rasgos raciales no son científicos.
Volviendo al tema de la Expedición Atlantis, podemos concluir que su logro, el haber probado que es posible cruzar el Océano Atlántico con la tecnología existente hace 3.500 años, no prueba directamente que de hecho esto haya sucedido, ni prueba que de haberse realizado este contacto África – América, haya sido una influencia clara sobre la cultura Olmeca, ni sobre ninguna otra cultura americana precolombina. Pero como el funcionamiento de la teoría científica actual implica que una hipótesis de trabajo sólo debe ser abandonada luego de ser refutada, se puede considerar que tampoco la rebate totalmente: nos deja la puerta abierta a pensar que esto pudo haber sucedido, o como decía Barragán, el líder de la expedición, “que el hombre sepa que el hombre puede”.
Pero… ¿pudo ser que 3.500 años antes de Colón llegaran los africanos a las costas Americanas?
Una hipótesis plantea que sí. La evidencia: las enormes cabezas de la cultura Olmeca hechas con piedra basáltica encontradas en el Golfo de México, que supuestamente presentan "rasgos negroides". El área nuclear Olmeca comprendía el sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco, los indicios más antiguos de esta cultura son de alrededor de los 1.200 a.C. hasta el año aprox. 500 a. C. La civilización Olmeca tenía tres centros ceremoniales: San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes y se encontró también evidencia arqueológica en el sitio Laguna de los Cerros. La cultura olmeca fue descubierta en la segunda mitad del siglo XIX. En 1862, el viajero mexicano Jose María Melgar y Serrano descubrió en Hueyapan (Veracruz) lo que haría famosa a esta cultura: las cabezas olmecas, unas estatuas que él mismo denominó "cabezas de raza negra" en 2 publicaciones científicas acerca del descubrimiento del sitio de Huepayan (ahora llamado Tres Zapotes). Desde el momento que se distinguieron esos “rasgos negroides” las hipótesis acerca del surgimiento de la cultura Olmeca y el contacto transoceánico Africa-America comenzaron a proliferar.
La antropología y la arqueología en esos momentos (fines de S XIX y principios del S XX) estaba muy ligada a la escuela "difusionista", que planteaba que en la antigüedad había habido "zonas nucleares" o "centros de difusión" asociados al Viejo Mundo (como Mesopotamia, Egipto, la cuenca del Indo, la zona del Río Amarillo) de las cuales se fue irradiando la cultura hacia el resto del mundo por contactos, invasiones o migraciones.
El mayor exponente de la teoría difusionista en la hipótesis del contacto Africano - Americano pre-Colón fue el recientemente desaparecido antropólogo británico Ian Van Sertima (1935 - 2009) que propuso su teoría en el libro “They came before Columbus” (New York: Random House, 1976) (Vinieron antes de Colón) que quedó completamente desacreditado en la academia antropológica a falta de evidencias científicas que apoyasen esa teoría. Férreos detractores consideran esta teoría como parte de la pseudociencia, dado que no hay evidencia científica y fehaciente de que ese contacto jamás haya existido.
Para demostrar la falsedad de la teoría el científico polaco Wiercinski realizó estudios craniométricos (basado en clasificaciones craniométricas polacas que dividen los tipos craniales entre: laponoides, armenoides, árticos, pacíficos, ecuatorianos-bushmanoides (que seria del tipo africano), descubriendo que en los esqueletos de Tlatilco (uno de los sitios arqueológicos) había un componente del 14% de ecuatoriano-bushmanoide en la composición "racial" y en los de Cerro de las Mesas solo un 4.5%. Lo cual prueba que los Olmecas NO eran de origen africano, pero que *una extraña esporádica migración transatlántica* (sic.) explicaría ese pequeño componente de rasgos africanos. Con esta conclusión que incluso incluía la posibilidad que hubiera también habido un contacto con China, sus investigaciones fueron detractadas dado que los medidores antropométricos basados en rasgos raciales no son científicos.
Volviendo al tema de la Expedición Atlantis, podemos concluir que su logro, el haber probado que es posible cruzar el Océano Atlántico con la tecnología existente hace 3.500 años, no prueba directamente que de hecho esto haya sucedido, ni prueba que de haberse realizado este contacto África – América, haya sido una influencia clara sobre la cultura Olmeca, ni sobre ninguna otra cultura americana precolombina. Pero como el funcionamiento de la teoría científica actual implica que una hipótesis de trabajo sólo debe ser abandonada luego de ser refutada, se puede considerar que tampoco la rebate totalmente: nos deja la puerta abierta a pensar que esto pudo haber sucedido, o como decía Barragán, el líder de la expedición, “que el hombre sepa que el hombre puede”.
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4 comentarios:
vamos chicas, se van para arriba!!!
Esto da una idea de las "fuentes ideóneas" a las que recurre el periodismo (y no solo el) argentino...
¡Así está el país!
Thanks for taking the time to discuss this, I feel strongly about it and love learning more on this topic. If possible, as you gain expertise, would you mind updating your blog with more information? It is extremely helpful for me.
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